Miserias y engaños de la política gubernamental.
Si hay algo indudable de las fiestas es que las mismas no duran mucho, que tarde o temprano finalizan y que generalmente alguien paga sus consecuencias.
Concluyó la fiesta y aparecieron el agotamiento y el sabor amargo que nos dominan al desplazarnos por algo parecido a una desolada calle bordada de maniobras, operaciones oscuras y fraude generados por la administración provincial.