OPINIÓN
29 de julio de 2024
TRISTEZA: EL PRINCIPIO DEL FIN DE LAS VERANADAS EN MALARGÜE Y LA DESTRUCCIÓN DEFINITIVA DEL PUESTERO.
Con mucha tristeza veo como esta dirigencia política (de hace
unos años a la fecha) sólo piensa en el negocio, dejando de lado a la
gente. Efectivamente, entre otras situaciones, cuando leo que la parte de
la Cordillera denominada El Azufre, en Malargüe, saldrá a la venta, da
mucha bronca e impotencia.
Dr. Alberto R. Pont
Matrícula Profesional N° 2538
Y no por una oposición a la minería o nuevos emprendimientos que puedan ayudar a la economía del pueblo, sino porque se hace entre gallos y medianoche. Y entonces me pregunto, por qué se procede de esta forma. Solo una respuesta: no pensamos en nuestro pueblo. Pensamos en negocios para muy pocos. Y no quiero profundizar en el tema minero y el tan proclamado CUIDADO DEL AMBIENTE (NUNCA SE HIZO Y VEMOS QUE NO SE HACE) con estudios, que no dicen toda la verdad.
Pero aquí, solo quiero resaltar que el puestero en general, no se opone a la minería o nuevos emprendimientos, etc., Pues, sin perjuicio de lo referido anteriormente, pueden los mismos, traer trabajo -tan necesitado en nuestra provincia y en especial en Malargüe- y mano de obra. Lógico esto, si el gobierno de turno exige que la misma sea malargüina. Pero mi preocupación estima en el despojo que se realiza y se realizará con las denominadas veranadas (complemento muy necesario para la vida del puestero). Despojo absolutamente arbitrario, pues, estas tierras y su explotación, se pueden complementar, ya que si es un complejo invernal u otro emprendimiento, lo mismo el puestero puede llevar su hacienda. Si es minero, siempre queda tierra para que el mismo sea ocupado con sus animales. Entonces me pregunto, por qué nadie llama a una reunión para tratar específicamente esta problemática. La única respuesta que encuentro es que a NINGUNA AUTORIDAD, le interesa gastar un minuto de su vida para atender este futuro tan difícil que se avizora para el hombre de campo. Solo en las elecciones se convoca con promesas que luego no se cumplen. Ahora entiendo, por qué desde hace tantos años (con la complacencia de la mayoría de los dirigentes políticos) se encuentran desarticuladas (y lo más grave con expedientes “desaparecidos”) las áreas de Tierras Fiscales. Por ello y mucho más, sin perjuicio que en lo profesional seguiremos articulando las acciones que creamos necesarias para tratar de ejercer las defensas de quienes las requieran, llamo a la reflexión a las autoridades políticas correspondientes, para que, no sólo piensen en los grandes inversores, sino también en nuestro pueblo.