OPINIÓN
20 de abril de 2024
CORNEJO "EL REY RANA"
Cornejo, corajudo en su tierra, no tanto en su país.
Cornejo, manda, esclaviza, ordena acá en su tierra natal, mientras se convierte en un personaje menor cuando va a Buenos Aires.
“Vení que te reviento, decía Lamparita Monopoly, aquel viejo pandillero, acostumbrado a hacer pelear a sus amigos, mientras él miraba.”
Por Capitán de la Ruax.
En Mendoza tenemos al Gobernador Cornejo, quien somete a la justicia, a los gobernantes, a la prensa y a todos, incluidos sus laderos, quienes no levantan cabeza más alto que lo que el indique.
Todo ordenadito, un gobierno que no permite fugas. Nadie eleva la voz, por miedo, por silencio a cambio de un cargo, por pauta o por la posibilidad de ser perseguido por la justicia.
Impone las leyes, ante una oposición que no encuentra el rumbo, y a la cual no se le ve la cara, ya sea por incapacidad, o porque la orden de Cornejo es no darles aire en ningún medio afín.
Puntilloso en sus movimientos, no quiere cuestionamientos, y si los hay, los tapa de la forma que cree más conveniente.
Cornejo propone una forma de gobierno austera a la hora de pagar salarios, pero dadivosa a la hora de comprar voluntades de la prensa “ensobrada” y los trolls que dominan las redes. Con un presupuesto provincial en publicidad que supera al de OSEP, se puede determinar claramente, que es lo que le importa al “petiso”, como lo llaman los que no lo quieren, pero lo respetan, o al “Alfred”, como le dicen los cercanos o los que se quieren sentir cercanos.
Sin embargo, Cornejo tiene dos caras, la primera es la local, y la segunda es la que utiliza como representante de la Provincia en el ámbito nacional.
Si nos representamos la película de Shrek, Alfredo sería el padre de Fiona, el Rey Harold.
Cuando Alfredo Cornejo va a Buenos Aires, en su carácter de gobernador, lo cual hace poco últimamente, se convierte en rana, como en la película, donde la bruja o Hada Madrina, representada en este caso por Karina Milei, con su varita mágica convierte a este rey mendocino en Rey Rana.
Además de no ser recibido ni registrado por Milei, la provincia no recibe nada, ni obras públicas, ni subsidios. Ningún programa nacional es bajado a la provincia de Mendoza. Sin embargo, Alfredo o Harold, cuan rana en invierno hiberna y no dice nada.
¿Le tiene miedo al Hada Madrina? ¿a Javier Milei o a quién?
No podemos dar una respuesta cierta, pero mientras se llama al silencio y ve llorar a Rodrigo De Loredo, muestra su apoyo incondicional hacia el gobierno Nacional. Alfredo anuncia agua y ajo para los empleados provinciales, quizás los peor pagados de la Argentina y mira de reojo a los enfermos, a quienes desprotege OSEP. Autoriza aumentos en los medios de transporte. Viajar de Tunuyán a Mendoza costará en mayo $5.500.- por tramo. Los viajes internos en la ciudad de Mendoza $500.-
Las facturas de luz subieron un 300% y no bajan de $80.000.- y se tornan impagables, al igual que las de gas, en una provincia donde los fríos ya empiezan a pegar. Cornejo mira para otro lado, somete, maltrata y les señala la puerta de salida a los que no están de acuerdo, como lo hizo días atrás con la Policía. Deja de pagar el incentivo docente a los maestros sin dar ninguna explicación.
Cornejo paga sueldos de hambre y aprueba tener servicios con costos de Italia. No pelea por su provincia, asiente, se somete. Es un gobernador sin peso específico.
Al Rey Rana, Harold o Alfredo, le da terror oponerse a quien debe oponerse, el Rey mendocino, golpea en su provincia, grita, destrata, obliga, pero en Buenos Aires, donde se discuten los presupuestos, donde “se corta el Bacalao”, como diría Don Atilio, donde debe reclamar por el bienestar de todos los mendocinos, ahí Cornejo es el Rey Harold, convertido en Rana, diminuto, uno de los últimos eslabones de la cadena alimenticia.