6 de junio de 2025
El efímero billete de $1.000: qué se podría comprar cuando salió y cuánto del mismo producto se puede adquirir ahora

Al momento de su lanzamiento, alcanzaba para una compra semanal básica o llenar el tanque del auto; hoy no llega ni a cubrir un kilo de carne.
Cuando el hornero salió a la calle, en diciembre de 2017, el tipo de cambio oficial era de $17,40 por dólar. Por lo tanto, el nuevo billete equivalía a unos USD 57. En ese contexto, $1.000 permitían:
- En los supermercados, $1.000 alcanzaban para una compra semanal básica para una persona: leche, pan, fideos, arroz, frutas, verduras, huevos y algo de carne.En junio de 2025, la situación es completamente diferente. El billete de $1.000 se ha convertido en una unidad mínima de valor, útil apenas para transacciones de bajo monto. Con una inflación que sigue erosionando el poder adquisitivo mes a mes.
La pérdida del poder adquisitivo del billete de $1.000 es un reflejo directo del proceso inflacionario que afecta a la economía argentina desde hace años. Entre noviembre de 2017 y mayo de 2025, la inflación acumulada, según las mediciones del Indec, es de 7.000 por ciento.
Aunque nominalmente el billete de $1.000 sigue siendo una de las denominaciones más altas, en términos reales el billete de $1.000 quedó desactualizado hace tiempo. Hoy, no solo resulta insuficiente para compras medianas, sino que también genera complicaciones logísticas para quienes manejan grandes volúmenes de efectivo.Esta problemática llevó a la necesidad de emitir billetes de mayor denominación para facilitar las transacciones y reducir la carga operativa. Así, en mayo de 2023 se lanzó el billete de $2.000 y justo un año más tarde entró en circulación el de $10.000. Finalmente, en noviembre de 2024, salió a la calle el de $20.000. Todos, claro está, han perdido poder de compra desde su lanzamiento.
El presidente de la Nación, Javier Milei, había anunciado también que lanzaría el billete de $50.000, pero por el momento el BCRA no ha confirmado que vaya a avanzar con una mayor denominación. Lo cierto, es que la escasez de billetes de alto valor afecta la fluidez del comercio, obligando a los consumidores a portar grandes fajos de dinero y a los comerciantes a gestionar volúmenes crecientes de billetes de bajo valor.