GENTE
1 de julio de 2025
CURIOSIDADES.-

¿Sabías que no solo piensas con el cerebro de tu cabeza?
Aunque solemos imaginar que todas nuestras decisiones, pensamientos y emociones vienen de ahí, la ciencia ha descubierto que también hay sistemas nerviosos muy complejos en otras partes del cuerpo, especialmente en el intestino y el corazón. Estos órganos no solo cumplen funciones físicas (como digerir o bombear sangre), sino que también se comunican con el cerebro y pueden influir en cómo te sientes, piensas y reaccionas. Esta idea se conoce popularmente como la teoría de los "tres cerebros": cabeza, corazón e intestino.
Por ejemplo, el intestino contiene un sistema llamado sistema nervioso entérico, con más de 180 millones de neuronas. ¡Es casi como un pequeño cerebro dentro de tu abdomen! Este sistema produce hasta el 90% de la serotonina del cuerpo, una sustancia que está relacionada con el estado de ánimo y el bienestar. Aunque esta serotonina no actúa directamente en el cerebro, el intestino se comunica con él a través del eje intestino-cerebro, y lo que ocurre en tu digestión puede afectar tus emociones, tu ansiedad e incluso tu memoria. Por eso, se dice que “comer bien es pensar bien”.
El corazón también tiene algo que decir. Estudios han mostrado que el corazón tiene su propio sistema de neuronas y que envía señales constantes al cerebro. Cuando sentimos emociones intensas, el corazón cambia su ritmo y eso influye en nuestra mente. De hecho, un estado emocional tranquilo puede regular los latidos del corazón, pero también sucede al revés: un ritmo cardíaco coherente puede ayudar a calmar la mente. Esta conexión ha sido estudiada por organizaciones como el HeartMath Institute, y abre una nueva mirada sobre cómo manejamos el estrés, las decisiones y las relaciones.
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