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21 de noviembre de 2024
¿CUANTO VALE LA VIDA? PARA PAGAR, SI ES FEMICIDIO CARA, SI UN AUTO ES LA ARMA MUY BARATA, SI SOS ENFERMO MENTAL, GRATIS.
Si imaginamos un mostrador donde pagamos por la muerte que provocamos, las asimetrías generadas, no tienen explicación y desvaloriza el hecho en sí, no hay equivalencias para pérdidas, que en sí mismo deberían tener alguna similitud, sin caer en demagogo pensamiento, sin aplicar igualdad comunista ideológica, una vida es lo más preciado, empero las modificaciones aplicadas a algunas penas para ser endurecidas defendiendo causas, no tienen igualdad, ni sentido común.
Todavía resuena la muerte impune de Paulita Giulio en el edificio municipal de San Carlos, con un asesino , Pallares , que no podía ser tomado como tal, por su condición mental y la justicia en su momento protegía y defendía mas al asesino que a la víctima, me tocó vivirlo, citado para reprenderme por nombrarlo asesino en una publicación, ante un juez, que más tarde, perdía la potestad jurídica sobre el agresor, por las leyes vigentes, 13 externaciones de hospital de cuidados mentales y poli consumo de drogas, falta de contención familiar y un estado ausente, completamente ausente, derivó en una muerte , injusta que no tuvo un juicio. NO HUBO CULPABLE, POR ENDE NO HUBO NI JUICIO NI PENA.
Hace unos días una Madre le quitaba la vida a su propio hijo, causa muy fresca, pero que ya tiene carátula y morigeración, la vida de ese hombre, será juzgada con una madre muy mayor de edad, que solo ella puede saber qué motivó a semejante decisión fatal, pero, por edad de la imputada la pena, sabemos no será la que corresponda, aun con los agravantes y morigeraciones.
Los casos de femicidio son la estrella, nadie se salva, de al menos, una cadena perpetua o como quieran llamarle, que acá en Argentina no es en años literales, como sugiere el título, a la hora de pagar un delito de esas características. PENAS CARAS DOLARIZADAS.
La asimetría tendiendo a la máxima expresión son las muertes causadas por accidentes viales, con un condimento, que nos ubica en un triste ranking mundial del cual no podemos salir, Argentina es el País con más muertes en accidentes de tránsito del planeta, leyes laxas, penas absurdas, penas ejemplares que sientan precedentes luego ninguneadas y tiradas a la basura, encuentran a las víctimas en un escalón, de pago de pena completamente alejada de la realidad de otras muertes, con esa carátula maldita de “Homicidio Culposo” que beneficia a los asesinos, con argucias jurídicas, que vuelven más light las penas a favor de los culpables y en desmedro directo de las víctimas.
Podríamos citar cientos de ejemplos de asesinos, que con penas mínimas quedan nuevamente ubicados entre nosotros y vuelven a delinquir, en la mayoría de los casos, con hechos más luctuosos, porque nuestro sistema penitenciario es una universidad del delito y un entorno en las antípodas de la sociabilización.
Por citar dos ejemplo, un sommelier, asesinó en estado de ebriedad con su vehículo como arma a un preventor y un policía, Gabriel Paco asesino con su vehículo a Mariana Salinas, Romina Lezcano y una menor de edad llamada Loana en San Carlos , alcoholizado, alejado de sus facultades sensoriales y cognitivas por efecto del alcohol, obtuvo sentencia, diríamos ejemplar, aunque nada es mucho, pero ahora los caminos de la justicia, esa que no defiende , en estos delitos a las víctimas, lo deja a un paso de quedar libre.
La vida no vale lo mismo de acuerdo al delito, cuando la vida es lo ms caro, nada más importante que nuestra vida o la de nuestro familiares o seres queridos, pero de acuerdo al hecho, hay quienes sufren toda la vida que le queda con una cicatriz perpetua, justamente por injusticia humana.
No podemos culpar a un juez que actúa a derecho, con las leyes vigentes, ni tampoco a los abogados que con argumentos jurídicos defienden a los culpables, debemos culpar directamente a los que, con autoridad, para hacer una sociedad justa, no la hacen, leyes sobran, pero seguro algunas están privilegiadas, desbalanceadas cuando la perdida de una vida es la que se juzga.
La justicia injusta es la falta de justicia o la aplicación de la ley sin tener en cuenta el sentido común. La injusticia puede referirse a un acto, situación, sistema o grupo social que se considera contrario a lo justo, equitativo, correcto o recíproco.
La justicia es un principio moral que lleva a dar a cada uno lo que le corresponde, y se considera una virtud cardinal que guía la vida moral de la persona.
En cuanto a las leyes injustas, se trata de aquellas que se oponen a las leyes natural y divina, o que no preservan la razón de ley.