Alimentos funcionales: la ciencia detrás de la nutrición del futuro
El INTA apuesta por la bioinformática para crear alimentos que promueven la salud, una tendencia que está transformando la industria alimentaria a nivel mundial
>En un contexto donde
la sociedad demanda cada vez más La bioinformática ha surgido como una herramienta indispensable en este esfuerzo: esta disciplina, que combina informática, biología, química y matemáticas, está revolucionando la manera en que se diseñan y desarrollan alimentos que promueven la salud.El Un ejemplo notable de la aplicación de la bioinformática es en Japón, donde se han desarrollado productos lácteos fermentados con propiedades antidiabéticas, utilizando modelos computacionales para identificar los compuestos más efectivos en la regulación de la glucosa. Otro caso es en Europa, donde se emplea bioinformática para optimizar el contenido de ácidos grasos omega-3 en productos marinos, mejorando su impacto en la salud cardiovascular.Además, en Estados Unidos, la bioinformática se ha utilizado para crear suplementos alimenticios que mejoran la salud intestinal, basados en el análisis de la microbiota humana. Estos avances demuestran cómo la bioinformática está transformando la industria alimentaria, permitiendo el desarrollo de productos que no solo alimentan, sino que también mejoran la calidad de vida.El Instituto de Tecnología de Alimentos (ITA) del INTA, en Argentina, está a la vanguardia en el uso de bioinformática para desarrollar alimentos funcionales. A través de simulaciones computacionales, los investigadores pueden prever cómo los compuestos bioactivos se comportan en el tracto gastrointestinal, identificando aquellos con mayor potencial terapéutico.Este enfoque abre nuevas oportunidades para la creación de alimentos que, por ejemplo, pueden prevenir enfermedades crónicas como la hipertensión o la diabetes. La capacidad d de diseñar y probar virtualmente estos compuestos posibilita a los científicos a avanzar rápidamente en la creación de productos que responden a las necesidades de una población cada vez más preocupada por su salud.
La bioinformática está marcando el camino hacia una nueva era en la alimentación, donde los productos no solo se valoran por su sabor o contenido nutricional, sino también por su capacidad para prevenir enfermedades y mejorar el bienestar general. A medida que esta tecnología avanza, su aplicación en la industria alimentaria seguirá creciendo, ofreciendo soluciones innovadoras a los desafíos globales de salud.Fuente: Inta