MUNDO
10 de agosto de 2024
ECOLOGÍA.-
En la década de los 90, una mujer subió a un árbol milenario y enorme y se quedó a vivir allí durante 738 días para evitar que lo talaran.
Se llama Julia butterfly Hill y es una eminencia entre los activistas medioambientales, un icono dentro de la historia de la lucha en favor de la naturaleza. Julia se subió a este árbol -al que llamó Luna- el 10 de diciembre de 1997 y no se bajó hasta el 18 de diciembre de 1999, convertida en heroína. Le subían la comida cada día por medio de una cuerda, y tenía que convivir con la extrema humedad, el frío y el fortísimo viento que podía llegar a los 150 kilómetros por hora.
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