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16 de julio de 2024
LUCHA ANTIGRANIZO: LOS DRONES COMO OPCIÓN TÉCNICA DE INNOVACIÓN.
El gobierno de Mendoza, sin consultar a productores, casas de estudios, especialista le dio de baja a la “Lucha Antigranizo” un flagelo que nunca ha podido superarse históricamente.
Se ha intentado todo atravesando a todos los gobiernos desde el regreso de la democracia, pero casi sin resultado, también entendiendo, una cuestión técnica importante, las realidades de los diferentes oasis productivos no permite un sistema unificado en todo el territorio.
Desde la Legislatura Provincial, concretamente el Diputado Jorge Andrés Difonso ha presentado con firma conjunta un proyecto que abre una ventana de innovación y modernización, que no solo aplica al flagelo del granizo, sino a muchas variables que podrían ser auditadas con estos aparatos.
El diputado Jorge Difonso resalta la relevancia de adaptarse al cambio climático y de utilizar tecnología e innovación para enfrentar los impactos de los fenómenos climáticos en Mendoza. La prolongación de la sequía y la intensificación de los accidentes climáticos son señales claras de la necesidad de tomar medidas concretas para proteger el entorno y la comunidad.
La incorporación de drones en la lucha contra el granizo representa un avance significativo en la prevención de daños en los cultivos y en la protección de la agricultura local. La combinación de tecnología y conocimiento puede contribuir de manera efectiva a la gestión de riesgos climáticos y a la promoción de prácticas sostenibles en el sector agrícola.
La Universidad Nacional de Cuyo, especialmente en la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria y de Ingeniería, están desarrollando investigaciones e innovaciones en el ámbito de los aviones no tripulados para abordar el tema de la lucha antigranizo.
La colaboración entre la academia y el sector científico es fundamental para afrontar los desafíos relacionados con el cambio climático y la protección de los cultivos. La utilización de drones en la lucha contra el granizo representa una herramienta eficaz para monitorear, prevenir y mitigar los daños causados por este fenómeno climático.
La integración de la tecnología de drones en la estrategia de combate al cambio climático demuestra un enfoque innovador y proactivo para proteger el sector agrícola y promover la sostenibilidad ambiental. La investigación e innovación en este campo son clave para desarrollar soluciones efectivas y adaptativas a los retos climáticos en la región.
El uso de drones en este contexto ofrece la capacidad de monitorear de manera detallada y precisa el estado de nuestros glaciares, ríos, canales, suelos, antenas y redes eléctricas. Esta tecnología permite obtener información en tiempo real sobre la conductividad del agua, la humedad del suelo, la ubicación de las infraestructuras y otros aspectos relevantes para la gestión y conservación de nuestros recursos.
Al implementar drones en estas tareas de auditoría, se puede lograr una mayor eficiencia en la recolección de datos, la identificación de posibles problemas o riesgos, y la toma de decisiones informadas para mejorar la planificación y el uso sostenible de los recursos disponibles. Esta innovación tecnológica representa un avance significativo en la optimización de los procesos de evaluación y seguimiento, contribuyendo a una gestión más efectiva y responsable de nuestro entorno.
Es muy interesante la perspectiva sobre la lucha antigranizo y la necesidad de complementar el sistema actual con el uso de drones. es fundamental, para entender los desafíos específicos que enfrentan algunas regiones.
Los drones pueden ser una herramienta invaluable en áreas de difícil acceso, como la región al oeste de la Ruta 40, donde los aviones tradicionales pueden tener limitaciones para llegar. La capacidad de los drones para volar a altitudes más bajas y acceder a terrenos complicados les permite cubrir áreas que de otra manera serían inaccesibles, brindando una solución eficaz y complementaria al sistema existente.
Al incorporar los drones en la estrategia de lucha antigranizo, se amplía la cobertura y la eficacia de las operaciones, permitiendo una mayor protección de los cultivos y una respuesta más ágil ante las condiciones climáticas adversas. La combinación de tecnologías tradicionales y emergentes puede mejorar significativamente la capacidad de respuesta ante eventos meteorológicos extremos, garantizando una protección más efectiva para la agricultura y el medio ambiente.