COMUNIDAD
22 de mayo de 2024
MALVINAS “MORTERO” EL PERRO HEROE, CIVIL, SOLDADO, PRISIONERO DE LOS INGLESES Y “EL MAYOR AMIGO”
A lo largo de la historia, el hombre ha tenido, la costumbre de ir a la guerra, acompañado de lo que consideramos su mejor amigo: el perro. La Guerra de Malvinas no fue la excepción. La turba malvinera fue testigo, como soldados y perros compartieron alegrías y tristezas, soportando juntos las inclemencias y los bombardeos. Y también dando el sacrificio máximo que un soldado puede entregar este es el caso de “Mortero”.
En el programa “El Sexto Elemento” que se emite en Radio Quimera 102.3, dialogamos en exclusivo con el V.G.M. Carlos Alberto González, autor del flamante libro “Mortero” hemos podido conocer parte de la vida y obra de este perro callejero, adoptado como amigo en regimiento 8 por el cabo primero Víctor Funes, se embarcó rumbo a Malvinas junto a su cuidador, ya que siempre seguía al suboficial incondicionalmente, por lo tanto, este fue a Malvinas y Mortero también.
En cada una de las misiones, Mortero nos acompañaba hasta una tranquera al final las primeras posiciones de trincheras argentinas, previo haber cruzado el campo minado junto a nosotros. Llegaba a la misma y se quedaba observándonos hasta perdernos de vista cuando recién regresaba a “su trinchera”, relata Carlos.
Lo llamativo era cuando nosotros regresábamos al cabo de tres o cinco días, Mortero nos iba a esperar a la tranquera y nos recibía moviéndonos la cola. Nuevamente cruzaba las primeras líneas, luego el campo minado, y regresaba con su amigo el cabo Funes. Era el perro querido por todos. Tan así fue que, cuando nos tomaron prisioneros, los ingleses lo querían tirar al agua porque le había orinado la alfombra del buque Nordland al ingresar al mismo, pero nosotros se lo impedimos. “Tiren a un soldado, pero no a Mortero”, les decíamos. Por lo tanto, regresó al continente como “el perro prisionero de guerra”
Estando nuevamente en el Regimiento, se mostraba orgulloso ante sus “canes amigos” que habían quedado en el continente. Caminaba por la plaza de armas siempre delante de los demás. Realmente su marcha erguida, cabeza en alto y con el andar tal cual se marca el paso en los desfiles, parecía ser que Mortero estaba consciente de donde venía.
Nadie supo decirme con exactitud sobre su vida después de Malvinas, pero sí, que falleció años después en el propio regimiento, aparentemente por muerte natural.
Adjuntamos nota completa en formato audio para que reciban una caricia en el alma.