ACTUALIDAD
16 de septiembre de 2023
Acerca de la política sucia, la feroz presión a la Justicia mendocina y la complicidad de los medios que callan.

Mendoza no es ningún ejemplo de nada a nivel institucional y/o republicano, como nos quieren hacer creer.
Los audios son reales. De hecho, nadie los ha desmentido hasta ahora (ver al pie). Allí queda de manifiesto aquello que todos sospechaban y nadie se animaba a decir: la Justicia en Mendoza está cooptada por el cornejismo.
La situación quedó de manifiesto gracias a un valiente abogado llamado Leonardo Pasccon, quien se animó a denunciarlo públicamente. “Es gravísimo lo que está pasando”, me dijo esta semana cuando hablé con él.
Tuve ese honor, gracias a que el probo profesional me eligió para romper el silencio, al tiempo que se negó a hablar con otros medios. Porque ninguno le merece respeto. No desconoce que todo operan para el cornejismo. Salvo Mendoza Today, claro.
Como sea, Pasccón dejó expuesto un mecanismo brutal de presión del poder político a la Justicia. Que se dejó ver a través de la cooptación del Colegio de Abogados y la Federación ad hoc. Y que trató de meterse “de prepo” en el Consejo de la Magistratura provincial. Más grave, imposible.
El contexto amerita recordar las presiones recibidas por los fiscales Gabriel Blanco y Sebastián Capizzi a la hora de imputar a Janina Ortíz, secretaria de Gobierno de Las Heras y, a la sazón, esposa de Daniel Orozco.
Ambos manifestaron expresamente que fueron obligados a avanzar en aquella decisión. No dijeron quién se los exigió. Pero, ¿hace falta?
El nombre es el que todos imaginan: Alfredo Cornejo. Quien parece haber adoptado algunos de los peores hábitos del kirchnerismo en los últimos tiempos.
La situación es tan grave como parece. Y más. Y a pesar de ello, los medios de Mendoza no dicen nada de nada. Al contrario: encubren la situación. Ciertamente, para eso les pagan. Una millonada, por caso. Miles de millones de pesos.
Es tan alta la cifra que reciben, que el gobierno decidió dejar de publicar las cifras. Es un verdadero escándalo. Que llevará tras las rejas a puntuales funcionarios y a los dueños de algunos de esos medios. Un desfalco de dineros públicos, a través de sociedades fantasmas. Que se suma a lo cobrado oficialmente, que ya es una animalada.
Entonces todo cobra sentido: la decadencia de la provincia, la hipocresía de la política y la fortunas de algunos dueños y directores de medios. Entretanto, la sociedad ve que su situación empeora día a día. Y enfurece por ello.
Pero no hay mal que dure cien años, y todo empieza a hacerse visible. Y no hay manera de ocultarlo ya. Porque, como digo siempre, “la gente mastica vidrio… pero jamás lo traga”.