OPINIÓN
13 de agosto de 2024
CARTA ABIERTA LA CIUDADANÍA (PARTE 2) SÓLO LO ENTENDERÁS SI SOS AYUDANTE FISCAL EN MENDOZA.
Después de tres meses, de la que fuera aquella “Carta abierta a la opinión pública”, allá por fines de mayo, hoy me veo en la necesidad de redoblar la apuesta e ir por este nuevo mensaje. En aquél entonces, en mi carta me dirigía a la opinión pública, con la intención de llevarle la verdad puertas adentro del Ministerio Público Fiscal, en particular, de la realidad - puertas adentro - de las Oficina Fiscales de Mendoza; del origen del conflicto; de las condiciones laborales de empleados y funcionarios; del riesgo permanente que representaba la tarea en dichas oficinas para todos quienes trabajábamos allí. La idea fue, en parte, contarle a la ciudadanía lo que los medios no querían dar a conocer en ese momento, o lo hacían de manera tibia, a medias tintas o muy solapado, sobre todo los medios pautados. Pocos fueron los medios que, en ese momento nos apoyaron y se hicieron eco de nuestra realidad y allí comenzó todo.
Fue el paro de auxiliares administrativo, lo que nos hizo despertar a tantos funcionarios del letargo y del efecto anestésico que mantuvimos por veinte años, sin quejarnos, sin realizar medidas de fuerza serias, sin pensar siquiera que nuestra función como Ayudantes Fiscales estaba bastardeada, vapuleada, pisoteada y pésimamente remunerada. Pero un buen día, gracias a la lucha inspiradora de tantos administrativos, acompañamos la medida y todos unidos y prácticamente en su totalidad, DIJIMOS,"BASTA". Pero no fue un basta caprichoso, sino un basta a seguir tolerando tanta humillación, tanto silencio desde arriba, tanto manoseo en nuestro cargo. Fue cuando la justicia penal de Mendoza se detuvo y fue entonces cuando el paro de funcionarios y empleados cobró mayor fuerza, mayor poder y mayor trascendencia. Entonces salimos a la calle con una sola finalidad: HACERNOS VISIBLES Y CONTAR LA VERDAD.
Tras meses de lucha y de haber estado todos unidos por primera vez, sin claudicar, sin dejarnos avasallar, incluso con los posibles descuentos por los días de paro, incluso por el fantasma de la represalia de los traslados, golpeamos cada puerta que encontramos para hacer conocer nuestra verdad, que no era nada más que la verdad. Así, llegamos incluso a la propia “Casa de las Leyes”, al Senado, donde pudimos exponer todas y cada una de las condiciones de trabajo de las oficinas fiscales, ante la mirada atónita de aquél legislador que nos recibió. Poco se pudo hacer al respecto, ya que la idea era poner en conocimiento al Senado en pleno y pedir el respectivo informe a la Procuración General. Pero… sabido es por todos quién maneja el poder en la provincia (que además tiene la mayoría por el momento en las cámaras) y que sus “alfiles” son, de cierto modo intocables.
Finalmente, tras varias negociaciones y ofertas fallidas, y meses de lucha también, se logró arrimar una propuesta que en cierto modo era superadora y mejoraba en varios aspectos nuestra condición, aunque no en todos. Dicha propuesta se sometió a votación y por el voto mayoritario la misma fue aceptada (aclarando siempre que los ayudantes fiscales no apoyábamos tal oferta, pero se respetó la voluntad de la mayoría).
Así, un 24 de julio, se retomaban las actividades de manera normal. Cada Ayudante Fiscal volvería a sus respectivas oficinas, o eso parecía. No contamos en ese momento, tal vez pecando de ingenuos, que la respuesta de la alta cúpula del Ministerio Público Fiscal sería la represalia. De este modo, se nos retiraron nuestros teléfonos oficiales (teléfonos que fueran entregados nuevos en diciembre de 2023 y devueltos en julio de 2024), sabiendo Dios adónde fue a parar semejante inversión realizada; dejándose un teléfono oficial por oficina fiscal, los cuales además, deberían permanecer en la oficina en todo momento. Vale recordar que con dichos teléfonos el ayudante fiscal se comunica a cada momento con personal policial que lo pone en conocimiento de hechos delictivos, con fiscales y con jueces, además de otros organismos auxiliares. La idea brillante ahora, era mantener las noches de guardia remota como siempre había sido, pero con la “trampa” de que el ayudante fiscal debería concurrir a la oficina fiscal a buscar el teléfono celular oficial para llevárselo a su casa y continuar en el turno noche y reintegrar el teléfono en la oficina donde prestara servicios para pasarle el equipo a su compañero que lo relevaba. Algunos ayudantes fiscales realizaban largos viajes para llegar a sus oficinas a las 23:00 hs para retirar el teléfono y tomar el turno y luego realizar el mismo viaje de su domicilio hasta la oficina para devolver el mismo a las 6:00 hs. Para muchos, era más fácil quedarse en la oficina toda la noche y solo, antes que regresar a su casa, no se justificaba y además del gasto de combustible que eso representaba, situación que se pudo evitar si cada ayudante fiscal mantenía su teléfono como siempre había sido, en otras palabras y, lo digan como lo quieran decir: CLARA REPRESALIA.
Entre otras “ideas brillantes”, siguieron en marcha con otro de sus planes descabelllados: cerraron varias oficinas fiscales, concentrándose de a dos oficinas por cada departamento en la Primera Circunscripción Judicial (Gran Mendoza) y así, las oficinas que quedaron en funcionamiento se vieron abarrotadas de auxiliares administrativos en espacios mínimos, se reagruparon ayudantes fiscales (algunos trabajando de a cuatro por turno y sin espacio adecuado). La pregunta real era si estas personas pensaron en la comunidad en general al tomar estas medidas ¿Acaso no se dieron cuenta que dejaban a mucha gente sin la oficina fiscal cercana a su domicilio para realizar la denuncia? Claro, la respuesta es la nueva tecnología para denunciar, por cabinas virtuales, por el servicio Whatsapp y vía online ¿Sabrá esta buena gente que muchísimas personas hoy en día no tienen acceso a servicios elementales como luz eléctrica, datos móviles o un simple teléfono celular? ¿Sabrán estos grandes administradores de justicia penal que, muchas de esas personas hoy deben recorrer más de 50 kilómetros para llegar a una oficina fiscal y radicar una denuncia, personas que viven en sitios inhóspitos y todo porque le cerraron la oficina fiscal que tenía más cercana?
Para rematar la historia, la Coordinación General, avalada por la Procuración General, dispuso la unificación de los departamentos de Capital – Godoy Cruz en forma completa ubicada en el Polo Judicial Penal. Sí, no leyeron mal. Mientras que en el resto de los departamentos dividieron la jurisdicción en dos oficinas, a Capital y a Godoy Cruz la unificaron, DOS DEPARTAMENTOS COMPLETOS EN UNA SOLA OFICINA. Ahora no tendríamos un teléfono oficial que atender, sino dos a la vez ¿En qué estaban pensando cuando decidieron semejante barbaridad? Hoy, en promedio en dicha oficina unificada se maneja un número estimado entre 25 y 36 personas aprehendidas, que en muchos casos pasan varios días esperando se les resuelva su situación. Ya que semejante oficina, con semejantes pedidos genera mayor trabajo y se requiere contar con informes completos para resolverle la situación a los aprehendidos. Lo mismo ocurre con la lucha de tener que coordinar que trasladen a tales aprehendidos a esta Oficina Fiscal Capital – Godoy Cruz, ni qué decir si esperamos a las víctimas o testigos para que comparezcan a declarar hasta el Polo Judicial ¿Movilidades para trasladar víctimas o testigos? NI lo sueñen, NO HAY PLATA, no hay móviles policiales, falta personal policial y todo eso es VERDAD. Ah, no me quería olvidar, dicho de paso, aún seguimos esperando los chalecos antibala que le pedimos abiertamente a la Señora Ministro de Seguridad y Justicia y a la Procuración General, que nos pudieran brindar a los ayudantes fiscales, cuando se debía concurrir a sitios peligrosos en diferentes hechos. GRACIAS POR NADA.
Hoy, la justicia penal sigue igual, auxiliares y ayudantes fiscales, logramos un incremento salarial, gracias a la lucha que mantuvimos y sostuvimos UNIDOS y en la que nuestros representantes gremiales acompañaron siempre. Pero las denuncias online se siguen acumulando porque falta tiempo para poder revisarlas, Ahora un ayudante fiscal tiene jurisdicciones mayores a cargo; los teléfonos oficiales no paran de llamar; se trabaja en las mismas condiciones de riesgo en edificios imposibles de habitar; falta mayor dotación de personal policial y de movilidades para tamañas jurisdicciones; el delito NO HA DISMINUIDO (y el ciudadano común lo sabe); La Coordinación General se hace cargo de confeccionar los cronogramas de turnos de los ayudantes fiscales (tarea que por años les encomendamos), pero al hacerlo, uno se encuentra con errores groseros, como en oficinas donde un Ayudante Fiscal trabaja 7 días corridos; o algunos trabajan sólo un turno fijo y un turno intermedio en todo el cronograma. Algunos trabajan más fines de semana que otros. Parece que quienes crearon el horario no repararon en ese punto, siendo que nuestros horarios son rotativos. A muchos auxiliares y ayudantes fiscales, como el que suscribe, simplemente no han podido con la presión de esta modalidad de trabajo y el número de causas asignadas y de atender dos teléfonos a la vez (literal) y debieron priorizar su salud y su familia, antes que continuar prestando servicios de esta manera atroz, inhumana e indigna.
Con todo lo expuesto y, sabido era, la Coordinación General, apañada por la Procuración General mostró su “felicidad” al recibirnos nuevamente tras el paro: ESTAMOS MEJOR, PERO ESTAMOS PEOR. Nuevamente, insisto, LA RESPUESTA DEL CUARTO PISO FUE EL CASTIGO. A quien le vaya el saco, que se lo ponga. Quien quiera oír, o mejor dicho leer, que lea.
Tal vez debamos soportar los nuevos caprichos de la corona (sea quien fuere que porta tal corona), pero tranquilos, la lucha continúa y esto recién comienza. UNIDOS NO NOS PARA NADIE.
Dr. Matías Salvi