GENTE
18 de enero de 2023
LAS MEJORES HISTORIAS INSPIRADORAS.-

MIGUEL ÁNGEL PÉREZ TELLO.-
El granadino fue seguramente precursor en cambiar de deporte y ganar medallas, pero además en Juegos de Verano e Invierno. El andaluz perdió sus dos piernas por la congelación tras sufrir un accidente mientras escalaba una montaña en Suiza.
En 1977 cuando intentaba acometer, en compañía de su amigo Jesús, la cima del Eiger –situada en los Alpes suizos a 3.970 metros de altura– por su afamada y temida cara norte, una pared de 1.800 metros considerada de las más difíciles del mundo, de ahí el sobrenombre del Ogro. Al quinto día de subida, un desprendimiento de nieve golpeó a Miguel Ángel, que cayó al vacío cuarenta metros y chocó con un saliente de roca que le fracturó las dos piernas. Debido a la niebla y una tormenta en la montaña, el rescate no fue posible hasta seis días después de la caída, lo que supuso una prueba de supervivencia para los dos montañeros, casi sin alimentos, soportando vientos de más de 100 km/h y temperaturas de -18º C “Cuando el helicóptero me arrancó de la pared fue como volver a nacer” estaba casi hecho a que iba a morir, rememora Miguel Ángel. Las congelaciones sufridas –de tercer grado– habían agravado las fracturas y el granadino sufrió la amputación de ambos pies.
Pero eso no le impidió ganar cinco metales paralímpicos, tres en esquí nórdico entre 1988 y 1992, y dos en ciclismo, en Barcelona'92 en la prueba de fondo y, oro además, en omnium en Atlanta'96.-
Tras siete meses y medio en el hospital en Suiza, el regreso a Granada significó el comienzo de una nueva vida sobre dos prótesis. “Durante la convalecencia pensé que lo único que podría ser a partir de entonces era entrenador, pero luego reflexioné y me imaginé esquiando y escalando de nuevo y me propuse hacerlo. “Perder los dos pies fue un obstáculo que afronté”. Así fue. Tras superar las primeras fases de la dolorosa rehabilitación y con el apoyo de amigos y familiares, volvió a calzarse los esquís y a subirse a la bicicleta. “A base de trabajo llegué a unos niveles que ni me podía imaginar cuando empecé la recuperación”.-