GENTE
30 de noviembre de 2022
LAS MEJORES HISTORIAS INSPIRADORAS.-

Gabriel Bernardes el chef con síndrome de Down que está rompiendo estereotipos con su deliciosa repostería.-
Hacer lo que se ama es uno de los caminos que llevan a la felicidad, y aunque puede haber dificultades, no tiene que ser una tarea inalcanzable.
Existen varios ejemplos de ello, como el joven Gabriel Bernardes, quien ha superado todas las adversidades para seguir su sueño: ser un chef reconocido.
Gabriel tiene síndrome de Down, pero esa es tan sólo una de las tantas características que lo definen.
Vive en São Paulo, Brasil y tiene 24 años. Desde muy pequeño mostro inquietud por la cocina, en especial por la repostería, lo que lo motivó a prepararse para ser un experto en esta disciplina.
Con el apoyo de su familia, el joven tomó varios cursos para explotar sus habilidades y se volvió un especialistas en los postres gourmet.
En un inicio, Gabriel únicamente se dedicó a preparar platillos para el deleite de su familia. Sin embargo, se dio cuenta de algo que lo hizo mirar más allá.
El chef se percató de que aún existe un estigma hacia las personas con síndrome de Down. Por ende, hay poca apertura para ellas en la gastronomía y en muchas otras áreas.
Él quiso cambiar eso y demostrar que vivir con esta condición no debe ser motivo de discriminación.
Así fue como empezó su propia marca de dulces gourmet, la cual fundó en 2017. Su nombre es Downlicia, haciendo alusión al trastorno que tiene y a la delicia de sus postres. Está enfocada principalmente a las trufas de distintos sabores.
Gabriel empezó desde abajo y ahora su línea es sumamente reconocida en São Paulo.
Gracias a su dedicación y al apoyo de su familia, el talentoso chef ha alcanzado el éxito con sus creaciones culinarias y día a día le hacen múltiples pedidos, pues el sabor es exquisito e inigualable.
El propósito de Gabriel no sólo es crecer como chef, sino romper con los prejuicios que la sociedad tiene hacia los individuos que viven con síndrome de Down.
Él busca dejar claro que tienen las mismas capacidades que los demás y que no merecen ser subestimados.
POR:DANIELA FLORES